Estás buscando un poco de afecto solamente. Los retos te hacen sentir bien pero también te agota tener que esforzarte para obtener una mínima atención. Compites por un puesto que no es tuyo y que nunca tendrás.
La corriente continúa y no encuentras más que sonidos en bucle. Aun así te gusta dejarte llevar. Lo cotidiano se vuelve aburrido y tu rutina sexual ya no tiene nada especial, hasta es ridícula. Por eso los hombres creen que mientras más mujeres tengan más felices serán. Se engañan, así como te engañas al pensar que amas. Es una obsesión solamente. Y hay más dolor que placer.
Por mi parte trasciendo de la situación. No busco un lugar específico porque me da igual en donde esté y tampoco busco afecto. Ya tuve todo lo que quería y no fue suficiente. No es huida, es evolución. El bucle se rompe para dar lugar a una nueva posición. Hay más posibilidades y eso me permite no estancarme.
Te contemplo de lejos con la boca abierta y los pucheros, el peinado ridículo. La sobriedad de tu atuendo desnudo. Pensé que eras mejor. Al verte me decepcioné y hasta sentí un poco de repugnancia. Brincabas sin parar como una bestia que no sabía lo que hacía. Nada sensual.
Moví la cabeza en negativa y me puse a pensar en cosas más emocionantes que tú. Continué observándote. Todo en ti era ridículo y desgastante. Cada expresión de tu rostro me causo rechazo y no, no eras gran cosa.
Decidí jugar con fuego y el fuego jamás llegó. Lamento decir que me tienen decepcionada. Todos y cada uno de ustedes. No hay nada bueno en las ideas nuevas que plantee por renovar un poquito la experiencia. Respeto lo malo, pero esto no tiene nombre.
Me quedan los suspiros, tus deseos estúpidos y un sujeto que no sabe lo que quiere. Pero me siento tan libre yo, teniendo el control. Y como dice la canción: me cago en tu ego, no me mires mucho porque te quedas ciego.