No me puedo concentrar y te podría culpar por mis problemas. Mi narcisimo me dicta que no puedo sentir nada por ti. Sin embargo, noto un cambio en mi interior y me veo capaz de hacer cosas por ti, aunque no quiera. ¿Cómo has logrado envenenar mi alma de pasión?
Ayer casi te odiaba por completo pero siempre llegas a mí con una sonrisa, un abrazo, una caricia, un beso profundo que me sumerge en un mar de emociones de las cuales estuve huyendo con tremendo esfuerzo físico. Odio que llegues y lo cambies todo.
Sé que es estúpido y ridículo que en tan poco tiempo me pase tanto, que seas el centro de cada discusión en mi centro de control. Aparentemente no me afecta porque eso es lo que quiero que pienses, así como tal vez tú haces conmigo porque dices que te importo, pero no sé cómo ni por qué. Lo que te demuestro es por miedo y me reprimo porque dices que no sientes nada y a veces te creo. Entonces me siento herida por sentir tantas cosas por ti y sin quererlo, tratando de evitarlo, y que tú solo digas nada, solo no, solo vete.
Entre algunas teorías que me he planteado y que quizas sería hermoso confirmar, se encuentra aquella en la cuál los hombres sienten algún dejo de humillación al verse vulnerables cuando se sienten enamorados, así que lo ocultan y te tratan mal, o tan sólo es su manera de expresarse. Supongo que es de las teorías mas reconfortantes que me puedo permitir pensar, aunque puede que la realidad sea que no me quieres y ya.
Jamás respondes a la pregunta de lo que sientes por mí que no sea sólo cariño o amistad, y a lo mejor eso es todo, más un ligero deseo sexual que no deja de bastar. Por mi parte, parece que nunca sabré lo que quieres. Sigue existiendo el misterio aquel del que supuestamente me acusabas de haber matado de a poco y que ahora te encuentras decidido a recuperar para luego no llegar a nada. Todo se ha quedado corto de tu parte, y yo reprimo mi intensidad con el dolor de quien no alcanza nunca a sentir suficiente porque aparentemente tiene demasiado que ofrecer, en contraste con lo que le dan. Hay que darse sin esperar nada, pero también tengo amor propio y sé reconocer cuando algo va mal. Esta situación me hace sentir como una maniática, una adicta al amor que solo existe en cuentos, a pesar de que he intentado no idealizarnos, sin embargo, mis deseos permanecen en mi cuerpo y en mi alma, y en esa mente retorcida que siempre tiene esperanzas de alcanzar lo imposible, aún cuando nota que lo que le rodea es puro dolor y tedio.
Estos son algunos de los problemas que se me presentan al no saber realmente qué quieres o a qué estás dispuesto, porque actuas de cierta manera pero luego dices cosas contrarias. Le doy demasiada importancia a todo lo que dices cuando en realidad, para ti no significa nada, y deberia irme pero tampoco me dejas. Después de todo, la solución es estar sola y siempre resulta lo menos doloroso, pero de repente no quiero estar sin ti.
A veces te observo mientras no te das cuenta y siento que eres un ser lleno de emociones, tan tierno, tan cálido y tan capaz de amar con locura, así que sonrío para mis adentros, un poco orgullosa de mis decisiones, porque todo parece perfecto. Pero después abres la boca y dices que nunca sientes nada, que no te enamorarías jamás de nadie, comienzas a compararme con tu pasado, y mi autoestima se va en declive para luego atacarme convirtiéndome en alguien que no es suficiente, que es aburrida o tan solo me metes la idea de que te iras rápido porque te cansarás de mí, porque te cansas de todo. Y claro que lo que dices parece viable porque ni siquiera puedes responder a eso después de todo. No quería que me quisieras por una suerte de reto personal o por un deseo de lo prohibído, así que lo di todo y noté un cambio en ti. Supongo que pensé que te irías, pero veo que sigues aquí y ya no sé que quieres que haga, no sé si quieres volverme loca, o cuál sea la intención de todo esto; tú solo respondes: yo tampoco.
Así que, ¿qué seremos?, maldita sea mi curiosidad y mis preguntas que no cesan y que solo aumentan la incertidumbre y la tristeza.
¿Qué quieres de mi?, digo mientras observo a un hombre hermoso con quien muero de ganas por estar, mientras me dice que no puede amarme, mientras le creo y no le creo, mientras quiero irme y no puedo, mientras me dejo caer al vacío del destino y no sé si caeré en el agua o si seré atravesada por espinos.