Entro a un robusto mundo de líneas perdidas,
se revuelven en lo profundo de tu corazón,
lo envuelven a ojos cerrados,
con espíritu contrito y fulgor.
¿En dónde estás?
He albergado esperanzas ajenas
mientras las letras me carcomen
la comida se me escapa,
tu amor se oxida y se reduce mi alma.
Somos químicos y no funcionamos así,
yo, una gama de colores
y tú siempre tan gris.