Por detrás de un espacio apenas perceptible
yace una equivocación latente.
Se desconoce el retroceso
y se pierde un pedazo de encanto en cada paso.
Solo existe la nada cuando las entrañas se congelan.
Me quedo a la espera del milagro,
las decisiones difíciles salen mal
y se van complicando de a poco.
A veces por detrás dejas lo sinuoso
y por delante no queda más.