Quiero que sepas que tienes por completo la culpa. No me siento mal al decirlo porque aprendí de la situación, identifiqué el problema y te puse un límite. Esta vez no me voy a detener a sobrepensar “¿Qué es lo que hice mal? porque sé que hice de todo para que funcionara. Estuve ahí para ti cuantas veces necesitaste, siempre disponible, siempre atento, pero hoy me cansé.
Sé que te gusta desaparecer por semanas y luego decir: ¡Hola! como si nada. Se que no te gusta poner las cosas claras, que le huyes al compromiso y que te gusta tenerme a tu disposición mientras le das tu tiempo a cualquiera menos a mí. Te gustan los halagos, la atención de la gente, y en el fondo no sabes muy bien que es lo que quieres aunque aparentas que sí. No sé que es lo que me hizo pensar que te interesaba, tal vez esas muestras de amor y atención que en realidad eran migajas, me conformé con eso porque no conocía otra cosa, pero eso no significa que esté bien tu actitud, porque no me merezco nada de esto.
Parecía que teníamos una conexión, y no podía evitar emocionarme cada vez que me decías tus gustos y pasiones que resultaban tan afines a los míos. No podía evitar emocionarme cada vez que recibía un mensaje tuyo, y pensaba en eso todo el día. Ahora me cuesta trabajo aceptar que todo lo que te importa son las etiquetas, y los pequeños conceptos que puedes robar de internet para definirte, para describir a alguien carente de personalidad, porque prefieres usar miles de máscaras.
Quiero que sepas que tienes por completo la culpa, y que aunque trates de victimizarte como siempre lo haces, yo no pienso cargar con esto, y si quieres decirle a la gente que fuiste tú quien me sacó de su vida, adelante, porque yo sé lo que sucedió, y en el fondo tú también, es lo único que necesito. Sabes que me hiciste daño a propósito, sabes lo mucho que me importabas, sabes que cada cosa que hiciste fue con consciencia y que tú misma decidiste que esto no te interesaba lo suficiente como para dejarlo morir. Así que no vengas con tus disculpas públicas que no le llegan a nadie, porque no eres capaz de decirme las cosas a la cara, no digas que te han restado tanto si nunca fuiste capaz de dar nada.
Quiero que sepas que tienes por completo la culpa de que yo ya no este en tu vida, y de que esta historia no haya funcionado.