Desde el inicio de los tiempos debió existir la curiosidad, estoy segura. Ya estaba puesto sobre la mesa todo aquello que me hace cuestionarlo todo y que en el proceso de analisis me pierde. En estos ultimos días en que se me ha permitido existir, he intentado desde mi perspectiva de mujer, descifrar que se suponía que me hacía feliz en el pasado y qué me hacía feliz en la actualidad. Lo que antes hacía feliz a una mujer, tal vez era una familia, un hombre, la seguridad… Sin embargo, ¿esos deseos realmente existieron? ¿o sólo era el yugo educativo y moralista lo que la hacía sucumbir a los deseos de otros? Tal vez solo replicaban lo que conocían porque eso les habían enseñado y era la única opción. Mientras ella hacía todo lo que se le ordenada, la humillaban y la utilizaban, cada quien de distinta manera con los mismo fines y sin importar el género, porque su propio género la oprimía en una suerte de ciclo sin fin. ¿Cuál fue la solución?, se habla de una suerte de hermandad que te dicta nuevas reglas y juzga de manera similar al sistema anterior: “se quiere hacer la independiente”, “se victimiza y se hace la sufrida”, “se embarazó para amarrar marido”, “le roba los hombres de otras”, “usa su cuerpo para manipular a los hombres”, “¿se cree mejor que nosotras?” La vida entera parece una competencia, ¿mejor que los hombres y mejor que otras mujeres? ¿Mejor que quién?
Todos fuimos iguales desde un inicio y no entendía porque los hombres solo querían sexo, dinero, comida y comodidad, que les sirvieran, que les limpiaran, sin considerar la vida como un juego en equipo. Y las mujeres ¿ahora que querían?, ropa, dinero, moda, sexo. ¿De que sirvieron todas aquellas luchas que dieron lugar a la libertad si esta iba a ser desperdiciada?, ¿Quién busca el amor, la paz y la armonía? ¿Quién busca ser luz? ¿Quién cree en la felicidad y en la capacidad de cada persona en este mundo?
(Es un poco más complicado que eso).
¿Existe alguien que no se haya deprimido lo suficiente como para querer desaparecer? No comprendo muchas cosas y mientras más conocimiento adquiero más me confundo. Alguna vez quise encontrar al amor de mi vida y lo imaginaba perfecto hasta de su pasado, en eso mismo ya me estaba equivocando. Me empezaba a preocupar un poco mas por mí, por ser mi propia luz y dejar los traumas, ya no quería pensar en complacer a alguien, solo quería ser feliz con mi presente y con lo era, ofrecer con alegría cada día de mi vida al creador y a la naturaleza que me rodeaba. Tendría que desaprenderlo todo y comenzar de nuevo. A veces me consumía el mundo, me apartaba de mis deseos, me apagaba con traumas y con el dolor que intentaba destruir mi esperanza que por suerte, es lo que muere al final.