Un enemigo con una hermosa espada
atraviesa los costados agujerados,
puedes deleitarte
al ver como aparece del otro lado
de tu mente,
y luego la ata
mientras forma un catre.
La debilidad sofoca,
se confunde con anhelos,
mareos tortuosos,
ojos serenos.
Relajas la espalda
erguida sin más,
en un camino a la playa
de la soledad.
No estás triste,
no quieres luchar,
la pérdida parece nada
contra tu voluntad.
Eres tú mismo
a quien tienes que derrotar,
tu única palabra
es un sonido gutural.
Animal que anidas deseos
que te van desahaciendo,
te quitan lo normal,
continuas caminando
pero ahora vuelas,
porque eres la bestia
que tanto detestas.