Es difícil imaginar el sentimiento catastrófico que te lleva al aislamiento. O tal vez no tanto. Del dolor de la contracción muscular del rostro a las lágrimas inagotables por traición, insatisfacción o insuficiencia, no hay nada de espacio. No quería que me hablaran, ni que me vieran. Quería caminar hacia el abismo en completa soledad. El abismo parecía bañera.Después de unos cuantos disparos, no esperaba que mi cuerpo se regenerara mágicamente. Así pasa cuando te hieren, cuando descubres las verdaderas intenciones de los demás.Mis dedos limpiaban la sangre que escurría por todos lados, con rapidez y soltura. Mis ojos hinchados se cerraban cada vez más pero aun lograba tener visibilidad. Me metí al baño y dejé caer el agua sobre el dolor, sobre todo.No podía parar de llorar. Arriesgaba mi vida todo el tiempo y me tenía que sentir feliz al final del día por no haber muerto. ¿Qué es el amor que no sea el remordimiento? ambos causan los mismos sentimientos.Conforme pasaba el agua, el tiempo y mis ideas, la sangre y las lágrimas parecían detenerse. ¿Qué pasa cuando una persona se siente insuficiente? Es simple. Se muere.

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